22 de noviembre de 2007

Curiosidades y anécdotas de Mozart


Debido a la altísima mortalidad infantil en la Europa antigua, Wolfgang y su hermana María Anna (conocida familiarmente como Nannerl) fueron los únicos sobrevivientes de siete hijos.

En tiempos de Mozart estaba prohibido alimentar a los recién nacidos con la leche materna, sustituida por agua simplemente, y los bebés tenían que estar tapados el mayor tiempo posible. Esto explica, en el caso de Wolfgang, que el niño no diera sus primeros pasos hasta los tres años de edad.

A Wolfgang le gustaban las matemáticas casi tanto como la música.

A Mozart le encantaba tener perros, gatos y pájaros como mascotas. De pequeño tenía un perro que se llamaba Pimperl y que les acompañó en su primer gran viaje, no se separaba de él. También tuvo un pájaro estornino que podía cantar el tema principal del último movimiento de su Concierto para piano nº 17.

Algo que llamaba muchísimo la atención de nuestro músico era su risa pues era muy aguda y estridente y podía llegar a ser, en determinados momentos, algo “ofensiva”.

Con 6 años, Mozart ya había tocado ante el emperador de Austria. Como el emperador no se podía creer que un niño tan pequeño tocara tan bien, le hizo tocar con los ojos vendados y Mozart superó la prueba sin problemas.

Un día, siendo Mozart niño, los invitaron a él y a su padre para que tocara en el palacio imperial de Viena, Mozart resbaló y se cayó delante de todas aquellas personas tan importantes. Mientras la cara de Mozart se iba poniendo más y más colorada, se acercó hacía él la archiduquesa María Antonieta, que solo contaba un año más que Wolfgang, es decir, siete y le ayudó a levantarse. Al ver a una dama tan elegante y amble, Mozart dijo: “cuando sea mayor, me casaré contigo”. La emperatriz sonrió y dio comienzo el concierto.

En Verona dio un concierto de órgano en la Iglesia de Santo Tomás, había tanta gente que no podía llegar al órgano por delante y tuvo que ir por el convento. La gente decía que tocaba tan bien porque llevaba un anillo mágico, Mozart se lo quitó y todo el mundo se quedó sorprendido porque tocaba igual sin el anillo.

En Roma (1770) Mozart y su padre asistieron a la interpretación del Miserere del compositor Alegri en la Capilla Sixtina. Esta obra no se podía copiar y sus partituras no podían salir del Vaticano, pero Mozart, después de escuchar la obra, volvió a casa y la transcribió de memoria y sin fallar ni en una sola nota. Toda Roma conoció este hecho y, el Papa lejos de castigarle le entregó una condecoración: La Espuela de Oro. Mozart sólo tenía 14 años.

Sin teléfonos, máquinas de fax, correo electrónico, teléfonos móviles ni telégrafo, la única manera de comunicarse a grandes distancias en la época de Mozart era con notas y cartas. Como Mozart era muy querendón de su familia, él, su madre, padre, hermana y esposa, Constanze, se escribieron un total de unas ¡dos mil cartas!

Durante una fiesta, Mozart se apostó con Haydn una caja de champán a que no era capaz de tocar a primera vista una pieza que había compuesto esa misma tarde. Haydn aceptó la apuesta y empezó a tocar. Tocó con firmeza los primeros compases y luego, se quedó paralizado: no podía continuar porque tenía las dos manos a ambos extremos del teclado y la partitura decía que había que hacer sonar una nota en el centro del pentagrama. Haydn reconoció su derrota. Mozart, ocupó su lugar en el teclado y cuando llegó la nota fatídica se inclinó hacia delante y tocó con la nariz.

A Mozart le interesaban todos los juegos. Conocía muchos trucos y le gustaba el billar, los bolos, la farsa, la esgrima y andar a caballo.

Un instrumento que le encantaba a este gran compositor era el clarinete sin embargo, no soportaba el sonido de la flauta, “lo único peor a una flauta, son dos”, solía decir el músico. De hecho los conciertos para flauta que escribió fueron todos por encargo, hasta que por primera vez sustituyó este instrumento por el clarinete, y creó el fantástico Concierto para Clarinete K 622. A partir de entonces empezó a considerarse este instrumento dentro de las orquestas.

El misterioso número 3. Se sabe que Mozart fue Masón y en la masonería el número 3 es muy significativo. Por eso Mozart inundó muchas de sus obras con este número. Así, en la Flauta Mágica, aparecen 3 hadas, 3 niños conducen al protagonista por el bosque, 3 instrumentos mágicos, 3 pruebas, 3 cualidades del protagonista, 3 templos,…

Wolfgang Amadeus Mozart y Constanze Weber tuvieron 6 hijos de los que sólo sobrevivieron 2: Karl Thomas y Franz Xaver.

Una vez, en una taberna de Viena, un pobre le pidió dinero y él, como no lo tenía, cogió un papel y compuso un Minueto allí mismo: “Tenga –le dijo-, no tengo dinero, pero si va con este papel a mi editor, puede ser que le dé algunos céntimos”.

Un amigo de Mozart explicó que, un día, mientras jugaban al billar, Wolfgang iba silbando sin parar. Silbaba una melodía, se quedaba parado, y la retomaba otra vez introduciendo algún cambio. Qué sorpresa para sus amigos cuando asistieron al estreno de La flauta mágica y descubrieron que aquello que silbaba mientras jugaba al billar eran los temas principales de la ópera, es decir, que mientras hacia rodar las bolas sobre la mesa de billar, ¡estaba componiendo su ópera más famosa! Por desgracia también fue la última.

Cuando Mozart creaba una nueva obra, la tenía por entero “escrita” en la memoria y solo debía transcribirla. En cierta ocasión escribió una obra completa el mismo día de su estreno, para sorpresa de todos

2 comentarios:

Jacquelinne Garzo dijo...

En la película "AMADEUS" del director Milos Forman de Austria, se ven algunas de las curiosidades que tú cuentas aquí.
El film, basado en la obra de Peter Shaffer, es magistral.
Puede ser (de hecho lo es) que el personaje de Mozart se vea un tanto ridiculizado en esta cinta y eso puede resultar un poco chocante, pero se justifica con creces cuando la trama principal el odio y la envidia obsesivos de Salieri (músico de la misma época) que no comprende cómo Dios privilegia con este don a un ser tan pagano e infantil sumiéndolo en autotortura de humillación y mediocridad.
De cualquier forma la película está muy bien lograda. Excelentes actuaciones, dirección, banda sonora, ambientación, vestuario, todo!. Bueno supongo que ya la viste...

Mozart es el más grande genio de la música, junto con J.S.Bach.
Está de más agregar que toda la -buena- música de todos los tiempos son derivados de sus composiciones.

Bueno, eso. Interesante artículo.

Javier Toro Rodríguez (Javo) dijo...

Te voy agradecer mucho tu comentario, ya que si he visto la película, pero hace tanto tiempo que me dieron ganas de bajarla y verla nuevamente. Qué genial poder hacer eso, antes uno para ver una película tenía, o que arrendarla, o esperar a que la pasaran por TV con la suerte de poder verla a la hora en que lo hicieran. Ahora simplemente me la bajo, y la dejo ahí, esperando por mí, esperando...por mí...