4 de enero de 2008

Acerca de Sherlock Holmes

Ídolo, grande, maestro, un genio! Capaz de relacionarse desde los estratos más marginales hasta con los aristócratas más importantes. Deducía e inducía conclusiones a partir de los detalles más insignificantes. Tal vez crean que exagero sobre este personaje más tratándose de una ficción inventada por Sir Arthur Conan Doyle en el siglo 19. Lo cierto es que cuando cayeron en mis manos una saga de libros llamadas "Las aventuras de Sherlock Holmes" no pude dejar de adorar a Sherlock. Sus cuentos detectivezcos abarcan 60 relatos cortos y 4 novelas: Estudio en Escarlata, El Signo de los Cuatro, El Sabueso de los Baskerville y el Valle del Terror. Les recomiendo ese orden si las van a leer. Tan famoso fue este detective que cuando Conan Doyle, aburrido de él porque la gente no apreciaba otros trabajos, no lo dejaban escribir relatos de historia que era su pasión, lo asesinó a manos del archienemigo de Sherlock: el profesor Moriarty. Acá debo aclarar algunos mitos. El profesor Moriarty no es un personaje habitual en las novelas de Holmes, sólo aparece en el relato "El problema final", que es en donde se produce una lucha a orillas de las cataratas de Reichenbach en Suiza en que finalmente caen los dos por el precipicio. Sin embargo, diez años más tarde Conan Doyle se vio obligado a "resucitar" a Sherlock, en el relato "La casa vacía".

Boxea, sabe esgrima, toca el violín, es un maestro del disfraz y del teatro, con conocimientos precisos de química, además de poseer una memoria prodigiosa en lo que a crímenes y robos que se han producido en todo un siglo se refiere. Sin embargo algo le debo criticar (en realidad la crítica es para Conan) y es que para resaltar las cualidades de Holmes, rodeó a éste de personas que siempre hacen preguntas imbéciles o conjeturas estúpidas (todo Scotland Yard prácticamente). No era necesario creo yo. Entre ellos el principal es su fiel (hasta la tontera) amigo, relator de las aventuras y compañero de habitaciones, el doctor John Watson. Es tan abnegada su admiración a Holmes que uno llega hasta pensar que Watson se estima muy poco. Sin embargo, he notado un detalle muy importante. A pesar de todo pareciera que Holmes precisa de Watson más de lo que alguien podría pensar. Tal vez sea para agrandar su ego, aunque Holmes lo justifica con la excusa de que no existe mejor relator de aventuras que Watson (aunque a veces se contradice recriminándole que adorna le puramente intelectual con pinceladas de emoción). Cuando Watson se casó y se fue de las habitaciones de Baker Street 221-B, Sherlock nunca se lo perdonó.

Otro dato ficticio es que usaba una gorra, lupa, pipa permanente y una capa a cuadros. Eso, más la frase "Elemental, mi querido Watson" que tampoco aparece en el Canon original (se le llamó Canon a toda la saga de Sherlock). Estos elementos fueron aportados por el cine, años más tarde. La figura de Sherlock fue adornada de miles de estos detalles que no pertencen a las novelas, incluso muchas películas fueron invenciones de sus directores y guionistas (hay traducciones que incorporaron la famosa frase y además en el original inglés es posible encontrar aisladamente "elemental" y "querido watson").

Sherlock era huraño, y bipolar porque podía estar muy activo a veces, pero otros días se tumbaba en su sofá o se encerraba en su habitación y no lo veía nadie en semanas. O le daba por quedarse callado por días. Era un excéntrico. Incluso se inyectaba cocaína al 7% cuando el mundo le aburría y no le proporcionaba casos que resolver. Odiaba a las mujeres, menos a una: Irene Adler, "La Mujer", la única con una mente tan brillante como la de Holmes (lean "Un escándalo en Bohemia") y que derrotó a Holmes. Ah, se me olvidaba que veces sí fumaba pipa, pero no tabaco sino opio.




Algo que pocos saben es que Sherlock tenía un hermano mayor, Mycroft Holmes, quien poseía una mente mucho más brillante y con más capacidad analítica que Sherlock, pero era tan perezoso que prefería pertenecer al Club Diógenes, un grupo de aristócratas que habitaban en una casa en la que no hacían nada productivo. No obstante se cuenta que secretamente Mycroft ayudaba a personeros del Reino de Inglaterra en la toma de decisiones importantes, de toda clase, pues como dije, Mycroft se manejaba con cualquier tipo de problema en cualquier ámbito. Ayuda a Holmes en un par de casos.

Pese a todo Holmes nunca sentó cabeza ni formó familia. Cuando ya se retiró de la profesión de detective-consultor, cuentan que se retiró a zonas más rurales y se dedicó a la apicultura.


Yo los invito sinceramente, a que si tienen la posibilidad de leer a Sherlock en sus aventuras, lo hagan. Será una buena experiencia.

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